Me considero una persona sencilla, de carácter tímido y mentalidad inquieta. 

En mi tiempo libre, disfruto todo lo que puedo de la naturaleza practicando deportes como la equitación, el ski, la bici de montaña o el senderismo, aunque, en 2015 tuve un grave accidente en el que, literalmente, me destrocé el pie izquierdo con una moto de cross. Sinceramente, esto ha hecho que hoy en día perciba el riesgo con una perspectiva diferente a como lo veía antes.

Me encantan los animales, en especial los caballos, una de las grandes pasiones de mi vida desde muy pequeño.

Durante mis años co- dirigiendo el Centro Ecuestre Fuente del Noble, además de los conocimientos y experiencia de gestión del negocio, obtuve los siguientes aprendizajes:

1. Autoconocimiento y gestión emocional: es imposible poder manejar un animal de más de 500 kilos si no desarrollas habilidades personales para gestionar emociones como el miedo, la desconfianza o el enfado.
   
   
2. Empatía y trabajo en equipo: cuando dejé de ver los caballos como elementos de trabajo o deporte y aprendí a tratarlos como amigos y compañeros, mi visión sobre las relaciones, el liderazgo y la cooperación cambiaron radicalmente. Algo que rápidamente extrapolé a las relaciones personales.
   
   
3. La importancia sobre la especialización: durante años me formé mediante la realización de cursos y seminarios de profesionales de reconocido prestigio como Albert Villasevil o Lucy Rees hasta descubrir nuestro: creamos uno de los pocos centros hípicos en España que ofrecía servicios de cuidado natural del caballo bajo el sistema Paddock Paradise, basado en los estudios del veterinario estadounidense Jamie Jackson. Un centro verdaderamente único.